viernes, 4 de enero de 2013

MAGIA





Mi padre y yo salíamos al campo con un amigo suyo y su familia a dar una vuelta.La hija de este amigo de mi padre tenía el pelo rizado y rubio y unos ojos grandes.No recuerdo mucho más de ella pero si recuerdo muy bien la expresión de esos ojos vivillos y una cara con una sonrisa muy agradable y jovial.No volví a ver a aquella niña más y por circustancias tampoco mi padre y yo volvímos a quedar con aquél amigo suyo y su familia hasta hoy. Hoy hace de aquel día 25 años.Ellos tienes un hijo más de diez años,que de aquella no era ni proyecto,pero al verles entrar por la puerta de la casa de mi padre parecía que el tiempo no había pasado por ellos.Había un par de canas más por aquí y por allá pero poco más.He podido reconocer,no solo sus caras,sino también sus expresiones.Unas expresiones amables y afables.Las mismas que,en algún lugar de mi memoria,habían quedado registadas como las de personas que quieres tener cerca.Un lugar frecuentado por pocas la verdad.Lo más curioso del momento en que han cruzado la puerta es que aquella niña,que no venía con ellos,con aquella mirada jovial y esos rizos rubios han venido a mi mente en el mismo momento en que he saludado a la madre,que tiene esa misma expresión en los suyos.
Mi padre y yo no habíamos hablado de esta niña en los últimos años y sin embargo no he dejado de acordarme de ella durante toda la cena y la posterior tertulia.25 Años no han sido suficientes para borrar el recuerdo de una mirada y una sonrisa luminosa que conocí cuando yo solo tenía cinco. Me parece magia,y cosas como esta pasan todos los días,solo hay que estar un poco atentos,para que cuando ocurra te pille mirando.


Un abrazo!


Gael

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