Cuando conoces a una persona desde hace tiempo sufiente sabes más o menos como va a reaccionar.Puede que te lleves alguna sorpresa con alguna de sus reacciones,pero el modo que tiene de comportarse habitualmente le definen como individuo.Este es el carácter.Si a mi padre le dices que se coja un avión para ir a China te dirá que muchas gracias pero que él está muy bien es su casa. Podría ser que reaccionara de una forma sorprendente y me dijera que sí que le apetece mucho…la probalidad es de una entre trillones. Las leyes de la relatividad no se aplican en este caso. Con la mayoría de las personas ocurre lo mismo ya que incluso ellas mismas se han habituado a su modo de proceder y cambiarlo,he notado,suele producir una mezcla entre vértigo y pereza no fácil de sacudir.
Esta necesidad de cambio proviene de dentro cuando es real.Si tratas de cambiar a alguien desde el exterior con comentarios o consejos…bueno…buena suerte con eso.No funciona así creo yo. Hablar de ti para que te conozcan mejor sí.Hablar de otra persona cuando la tienes delante,si no es para piropear, de verdad que pocas cosas buenas han salido de ese lugar.
Las personas lejos de ser relativas son muy concretas.A veces me sorprendo de cuan concretas son. Unidades de pensamiento y acción motríz con DNI, corte de pelo e incluso algunas con hasta plaza de garaje.Quién les diría a esas protocélulas que flotaban en un acéano a la deriva que mi abuelo,cuando en una época se barajaba la posibilidad de cambiarnos de vivienda, haría famoso el refrán en mi casa de “Jaula nueva,pajaro muerto” ¡Pero que concrección por dios!!
Prueba a contarle al panadero de tu barrio que el pan que hace esta bien pero que en relación con el que hacen en otra panadería del centro esta un poco blandurrio y soso. La relatividad de tu comentario,en este caso,te hará ganador de una mirada de agradecimiento…lo menos.
En el Espacio habrá mucha relatividad, pero lo que es aquí en La Tierra…poca.
Un abrazo.
Gael
