viernes, 25 de junio de 2010

¡DESPEINARSE MOLA!


Envejecemos creativamente porque tenemos miedo al error.A equivocarnos.Construimos nuestro mundo a nuestra medida para evitar el error y la duda.Pero eso no es posible.Lo único que conseguimos haciendo esto es limitar nuestra visión del mundo y encerrarnos dentro de nosotros mismos,lo que al final nos empobrece.Nos construimos una jaula en la que gozamos de aparentes comodidades.Comodidades que nos limitan.Comodidades que muchas veces nos atrapan.Comodidades que de no estar ahí nos permitirían aprender que la incomodidad es próspera mientras que la comodidad suele acabar aburriéndonos y embruteciéndonos.

Una mente creativa trata de buscar nuevos caminos para contar de otra manera,tanto a su poseedor como a los demás, algo que normalmente alguien ya contó antes. La creatividad se abre camino entre la incomodidad y a su vez esta le dota de fuerza para seguir avanzando en su busqueda por encontrar respuestas.La incomodidad es el combustible de la creatividad.

Son muchos los que gracias a haber nacido en situaciones poco cómodas han desarrollado una gran creatividad y además parecen mucho más contentos que otros nacidos sobre algodones.Pobreza,situaciones familiares poco habituales y crisis de todo tipo potencian e impulsan nuevas ideas y destrezas.

Casi todos buscamos secretamente el ser capaces de comprender el funcionamiento de lo y los que nos rodean para tratar de predecir lo que ocurrirá y como eso nos afectará.Esto es muy normal.Pero también lo es el hecho de que cada vez que creemos que tenemos algo minimamente bajo control, nos pega una coz en la cara y nos pone en nuestro sitio haciéndonos ver que aprender de nuestros errores y permanecer con los ojos y la mente bien abiertos es lo único que nos salvará de esa humana y no muy sana costumbre de querer controlar lo que nos rodea.

El control solo es una sensación difusa y pasajera que tratamos de fijar en nuestra mente cada vez que creemos sentirla. Es como intentar mantener un peinado perfecto en medio de una tormenta.Te puedes echar dos kilos de gomina y ponerte un casco antimisiles pero te vas a despeinar.También te puedes meter en casa y cerrar puertas y ventanas con cuarenta cerrojos para que no entre ni pizca de aire…pero entonces amigo te vas a perder el espectáculo que hay ahí fuera.

¡Un abrazo muy fuerte!

Gael

viernes, 11 de junio de 2010

FUERA MÁSCARAS.





La noticia de la pérdida de un ser querido es como una manta soluble en el tiempo que durante un corto periodo, te envuelve y rodea aportándote extrañas y serenas sensaciones que te dotan de nuevas capacidades para percibir lo que te rodea.Este efecto dura pocos días y consigues con él una cierta clarividencia.Aquella que no posees un día normal en el que navegas, muchas veces sin saberlo, en un río con más fuerza que tú,la rutina. A veces grande, otras pequeño,pero siempre con caudal suficiente como para hacer que sea difícil alcanzar la orilla una vez que te has metido en él.

Intentar recordar las sensaciones que viviste en esos momentos te puede ayudar a conservar la perspectiva en tu vida cotidiana. A mirar con cierto escepticismo situaciones que otros dan por sentadas como correctas o tolerables. A mirar con otros ojos los actos de soberbia de aquellos que hablan muy seguros de lo que dicen.Puede que estén en lo cierto.Pueden decir y argumentar elocuentemente.Pero es tan fácil caer en el error de creer que aquel que demuestra una seguridad férrea en lo que dice posee la verdad.

La mayoría de las veces nos encontramos con seres atrapados dentro de la única visión de las cosas que conocen.Incapaces de empatizar con otro modo de pensar y sentir. Incapaces de mostrarse frágiles. Incapaces de respetar las situaciones que les ponen en evidencia.Incapaces de cambiar y aprender,de evolucionar.

Encontrar entre la masa a aquel ser fuerte y aparentemente frágil.Noble y aparentemente vulnerable. Directo y aparentemente arrogante.Definitivamente honesto.No es fácil.Saber reconocerlo es todo un privilegio.

Lo mismo ocurre en el caso contrario.Aprender a reconocer una máscara es una habilidad que todos deberíamos poseer.Reconocer la mentira creída por el mentiroso nos ayuda a diferenciar lo verdadero de lo aparente.

¡Un abrazo fuerte!

Gael

jueves, 10 de junio de 2010

¡A PRACTICAR!



Trabajar la capacidad de decisión todos los días, y no posponer aquello que crees que debes hacer, es uno de los pocos ejercicios que no debes dejar de realizar siempre que la situación se presente.

Todo tiene un precio y una recompensa y sólo tomando decisiones y enfrentándose a ellas pagas los precios y recibes la recompensa. Sólo así creces y aprendes. Sólo así te adaptas al cambio viajando con él como con un buen compañero de viaje.

¡Un abrazo fuerte!

Gael