viernes, 11 de junio de 2010

FUERA MÁSCARAS.





La noticia de la pérdida de un ser querido es como una manta soluble en el tiempo que durante un corto periodo, te envuelve y rodea aportándote extrañas y serenas sensaciones que te dotan de nuevas capacidades para percibir lo que te rodea.Este efecto dura pocos días y consigues con él una cierta clarividencia.Aquella que no posees un día normal en el que navegas, muchas veces sin saberlo, en un río con más fuerza que tú,la rutina. A veces grande, otras pequeño,pero siempre con caudal suficiente como para hacer que sea difícil alcanzar la orilla una vez que te has metido en él.

Intentar recordar las sensaciones que viviste en esos momentos te puede ayudar a conservar la perspectiva en tu vida cotidiana. A mirar con cierto escepticismo situaciones que otros dan por sentadas como correctas o tolerables. A mirar con otros ojos los actos de soberbia de aquellos que hablan muy seguros de lo que dicen.Puede que estén en lo cierto.Pueden decir y argumentar elocuentemente.Pero es tan fácil caer en el error de creer que aquel que demuestra una seguridad férrea en lo que dice posee la verdad.

La mayoría de las veces nos encontramos con seres atrapados dentro de la única visión de las cosas que conocen.Incapaces de empatizar con otro modo de pensar y sentir. Incapaces de mostrarse frágiles. Incapaces de respetar las situaciones que les ponen en evidencia.Incapaces de cambiar y aprender,de evolucionar.

Encontrar entre la masa a aquel ser fuerte y aparentemente frágil.Noble y aparentemente vulnerable. Directo y aparentemente arrogante.Definitivamente honesto.No es fácil.Saber reconocerlo es todo un privilegio.

Lo mismo ocurre en el caso contrario.Aprender a reconocer una máscara es una habilidad que todos deberíamos poseer.Reconocer la mentira creída por el mentiroso nos ayuda a diferenciar lo verdadero de lo aparente.

¡Un abrazo fuerte!

Gael

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